Nota de las XXX Jornadas Generales de la Pastoral del Trabajo.

El tema fundamental fue el trabajo.

El 23 y 24 de noviembre,  participaron 20 integrantes del Secretariado de Pastoral del Trabajo (Hoac,JOC y Cáritas) de nuestra diócesis a las Jornadas Generales de Pastoral del trabajo de Ávila.

Celebrábamos el 30 Aniversario de la aprobación del documento, “La Pastoral obrera de toda la Iglesia”. A dicho encuentro han asistido representantes de 38 diócesis, así como movimientos cuyo compromiso está en el mundo del trabajo.

Fueron unos  días de agradecimiento por el camino recorrido, y también un espacio de diálogo y reflexión compartida, a la escucha de los signos, ante un cambio de época, con la mirada puesta en las víctimas de este sistema economico, que retrocede en el reconocimientos de derechos laborales logrados y negando la dignidad de las personas trabajadoras. Muchas personas son invisibilizadas, descartadas, se han instalado la desigualdad y la indiferencia que rompen la fraternidad.

Al Encuentro han asistido Alessandra Smerilli, Secretaria del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral, que ha hablado de La pastoral del trabajo en la pastoral general de la Iglesia”, Emilce Cuda, teóloga y Secretaria de la Pontificia Comisión para América Latina, que ha ayudado a profundizar en El trabajo en el pontificado de Francisco” y Fernando C. Díaz Abajo, sacerdote y director de esta Pastoral en el periodo 2009-2015 que ha ahondado en La pastoral del trabajo, Iglesia en salida”. Como Pastoral del Trabajo reafirmamos la necesidad de esa mirada encarnada, samaritana, comprometida con el mundo obrero y del trabajo, contribuyendo a que el trabajo sea una manera de cuidarnos construyendo Fraternidad, porque como insiste el Papa Francisco: “El trabajo es cuidado, el cuidado es trabajo”.

Dentro de las Jornadas se presentó la exposición itinerante “Rostros y Retos del mundo del trabajo”. Imágenes y palabras de la Doctrina Social de la Iglesia, que recogen situaciones de vida que como Iglesia son llamada permanente a hacer presente la propuesta liberadora del Evangelio en el mundo del trabajo.

Destacamos como conclusiones: que nos ha permitido constatar el trabajo realizado por los movimientos apostólicos y parroquias en la vida de las diferentes diócesis y por parte de las participantes vinculadas a la Curia Vaticana, hemos visto reconocida esta experiencia de ser Iglesia hoy en salida hacia las periferias del mundo del trabajo.  Por otra parte, estamos preocupados por la vulneración sistémica de la vida, los derechos y la dignidad de las personas trabajadoras. También han supuesto un nuevo impulso para un ejercicio renovador del mensaje de la Iglesia con respecto al trabajo. En ese sentido, la transversalidad del trabajo es un elemento que une a diversas pastorales y nos sentimos especialmente llamados a colaborar en esta misión.

El próximo Jubileo “Peregrinos de la Esperanza”, nos refuerza como Iglesia el compromiso de ser signos tangibles de esperanza para los hombres y mujeres del mundo obrero y del trabajo. Recorramos juntos, juntas, senderos de justicia, en los que sembrar el Evangelio en la vida, mostrando el rostro sufriente de Cristo desde la cercanía encarnada que nos sigue preguntando: «¿Dónde está tu hermano?»4. ¡No nos dejemos robar la Esperanza! (E.G. nº86).