Organizado por el Secretariado de la Pastoral del trabajo, el pasado día 16 tuvo lugar un encuentro entre representantes sindicales, D. José Ignacio y miembros de dicho Secretariado.

La finalidad del mismo era normalizar este tipo de encuentros entre una institución, como son los sindicatos, encargados de la defensa de los derechos de los trabajadores y trabajadoras, y la Iglesia, en este caso a través del Secretariado que tiene la misión de promover la pastoral del trabajo.

D. José Ignacio nos dio la bienvenida y entre otros problemas, manifestó su preocupación por la vivienda y por la salud mental en los trabajadores. Seguidamente escuchamos a los representantes sindicales que nos hablaron del riesgo que el “monocultivo del turismo” marque la economía alicantina, de lo conveniente de la disminución de la jornada laboral para poder cuidar otras facetas de la vida, de los problemas de los inmigrantes para regularizarse y cómo son utilizados en la economía sumergida, del aumento de la lacra de los accidentes mortales provocados muchas veces por falta de medios de seguridad.

Otro tema clave que se trató fue la precariedad laboral y como está afectando en general a la provincia, destacando sectores como las empleadas de hogar, los rayders, el sector agroalimentario o la hostelería.

Manuel, militante de la JOC, nos habló de la imposibilidad de muchos jóvenes para planificar un proyecto personal o de familia, para encontrar un empleo con arreglo a sus estudios, de tener que aceptar cualquier trabajo en cualquier condición, de la imposibilidad de hacer frente a los gastos de una vivienda, ni siquiera en alquiler.

También hablamos del sufrimiento de muchas familias que con sus salarios no pueden hacer frente a los gastos para llevar una vida digna, agravado todo esto con la subida de los precios de la vivienda y los alquileres.

Nos contaron también como todo esto está afectando a la salud psíquica de los trabajadores/as, del alto consumo de ansiolíticos y del déficit que hay en la Atención Primaria de profesionales de salud mental.

En definitiva, un encuentro fraterno, sincero, donde compartimos preocupaciones y nuestro compromiso mutuo de seguir defendiendo la dignidad del trabajo y de la persona trabajadora como imagen de Dios que es y cocreadora con Él, así como de seguir explorando posibles vías de colaboración y encuentro.

Agradecemos la presencia de nuestro Delegado de la Delegación de Acción Social y Promoción humana y sobre todo la de D. José Ignacio que nos confirma en nuestra misión de promover la Pastoral del Trabajo.