Comunicado del Secretariado de Pastoral del Trabajo

El 30 de junio moría en accidente laboral en Benasau (Alicante) un trabajador de 70 años al volcar el tractor que conducía y el lunes 3 de julio, moría otro trabajador de 41 años en Alicante, al caerle un remolque encima.

Desde el Secretariado de Pastoral del Trabajo, queremos manifestar nuestro apoyo a las familias de éstos dos trabajadores muertos mientras trabajaban y nuestro rechazo a tantas muertes innecesarias y en muchos casos, evitables.

Según cifras oficiales hasta abril de este año, han perdido la vida en nuestra provincia 11 personas y 5884 han sufrido un accidente laboral. La muerte de estos trabajadores, es una tragedia no sólo para la familia sino también para la sociedad, porque carga sobre las familias trabajadoras, muerte, incapacidad, desamparo, pobreza. Urgimos a visibilidad, denunciar, y sensibilizar a la sociedad, ante esta economía que mata y descarta. No se podemos consentir tantos muertos trabajando, en muchos casos fruto de las condiciones de trabajo, de la precariedad laboral y de no respetar la Ley de Seguridad y  Salud en el trabajo.

Este Secretariado recuerda, que la salud y la seguridad en el trabajo, es responsabilidad de empresas, administraciones, sindicatos, trabajadoras y trabajadores, y a la vez denunciamos la falta de medios para garantizar la seguridad en el trabajo.

Para la Iglesia la dignidad de la persona, la salud y la vida tienen que tener prioridad en el trabajo. Un trabajo que no cuida a las personas trabajadoras no es un trabajo decente, por eso es urgente terminar con la lacra de los accidentes y las muertes en el trabajo.

La Iglesia universal, con el impulso del magisterio del papa Francisco, también la Iglesia más cercana, la Pastoral obrera y del Trabajo y la Iniciativa Iglesia por el Trabajo Decente, es cada vez más sensible a visibilizar y dar respuesta a esta dramática realidad.

Es necesario no vivir de espaldas a esta tragedia, y lo concretamos en:

  • Defensa del valor sagrado de la vida en el trabajo y compromiso por un trabajo decente y saludable.
  • Cumplimiento de la Ley de Seguridad y Salud en el Trabajo.
  • Incluir esta tragedia en la Agenda Política y reclamar más medios para afrontar esta lacra social.

Hacemos un llamamiento al conjunto de la Iglesia y a la sociedad a no permanecer indiferentes y hagamos nuestro “el dolor y esperanza de nuestros hermanos del mundo del trabajo. Porque el trabajo es para la vida. Ni una muerte más”