El viernes 7 de octubre distintas organizaciones de la Iglesia se unen, por octavo año consecutivo, para celebrar la Jornada Mundial por el Trabajo Decente bajo el lema “Sin compromiso no hay trabajo decente”. El departamento de Pastoral del Trabajo se suma a la celebración de esta Jornada y ha hecho público un mensaje en el que recuerda que estamos «llamados a construir un nuevo futuro del trabajo fundado en condiciones laborales decentes y dignas«.

En este contexto la Diócesis de Orihuela-Alicante se suma a esta Jornada Mundial con una celebración diocesana que tendrá lugar mañana viernes 7 de octubre en la parroquia de Nuestra Señora de Gracia de Alicante. Tras la eucaristía que tendrá lugar a las 20:00 h seguirá un acto público en la plaza de la Montañeta, a las 20:45 h, con música la lectura de un manifiesto en defensa del trabajo digno para todos.

La coordinación de la iniciativa Iglesia por un Trabajo Decente (ITD) en España está impulsada por Cáritas, la Conferencia Española de Religiosos (CONFER), la Hermandad Obrera de Acción Católica (HOAC), Justicia y Paz, la Juventud Estudiante Católica (JEC) y la Juventud Obrera Cristiana (JOC).

Con una tasa actual de desempleo de más del 12 por ciento, esta plataforma denuncia que “aún quedan demasiadas situaciones de vulnerabilidad vinculados al trabajo en nuestro país”.  En el manifiesto “Sin compromiso no hay trabajo decente”, hecho público con motivo de esta Jornada Mundial por el Trabajo Decente para celebrar y reivindicar el trabajo como derecho y actividad para el cuidado de las personas, del bien común y del planeta”-, se subraya que “todavía hay millones de personas trabajadoras que siguen sin poder acceder a un empleo de calidad”. “El alto paro estructural y el empleo precario aqueja a miles de personas, sobre todo mujeres y jóvenes”, apunta.

Frente a esta situación, ITD reivindica “la necesidad de seguir vigilando y regulando las condiciones laborales para que sean decentes”. Reclama también que se incorpore a la agenda política la atención de las causas que provocan esta “tragedia tan extendida” de siniestralidad laboral, ya que “dos personas trabajadoras mueren cada día en nuestro país, como resultado de no garantizar la seguridad y salud en el trabajo”.

Para ello, hace un llamamiento “al Gobierno y a los agentes socioeconómicos a comprometerse con el empleo de calidad en un contexto inflacionista de subida de precios que no pueden soportar los salarios de las personas trabajadoras”, subraya.

En este sentido, la iniciativa urge analizar la propuesta del papa Francisco de reducir la jornada laboral (sin que ello redunde en bajada salarial) como medida de creación de trabajo decente. Asimismo, considera que debe “aflorar el trabajo que se desarrolla en el ámbito de los cuidados y convertirse ya, en trabajo decente”.

 

DATOS SOBRE LA SITUACIÓN DEL EMPLEO A NIVEL NACIONAL

Población en riesgo de pobreza y exclusión: 13,2 millones de personas (27,8%).

En riesgo de pobreza por las condiciones laborales (baja intensidad del empleo): 11,6%.

Ocupados: 20,4 millones de trabajadores y de trabajadoras.

Contratos indefinidos a tiempo completo: 13,4 millones de trabajadores y trabajadoras.

Contratos temporales: 3,8 millones (22,3%).

Contratos a tiempo parcial: 2,5 millones (14,7%).

Parados: 2,9 millones de personas (12,5%). Hombres: 1,3 millones (11%); mujeres: 1,6 millones (14,2); jóvenes (16-24 años) 15,8 %.

Hogares con todos sus miembros en paro: 990.000.

Salarios: los salarios pactados en convenio colectivo crecen actualmente al 2,56% frente a una inflación superior al 10%. (-8 puntos de pérdida de poder adquisitivo).

Siniestralidad laboral: 611 personas trabajadoras muertas en accidente laboral (2021).